La situación

Las refinerías utilizan una cantidad importante de vapor en el proceso de destilación de la gasolina, el gasóleo y otros productos de hidrocarburos. El diseño de la refinería recogerá y devolverá la mayor cantidad de vapor posible para ahorrar energía, consumo de agua y costes de alcantarillado. En algunas refinerías se puede recuperar el 50% del vapor. Dado que el vapor de retorno puede estar contaminado por fugas de hidrocarburos en los intercambiadores de calor, las refinerías suelen instalar un sistema de supervisión para alertar a los operadores cuando se produce una fuga de hidrocarburos.

El problema

Las refinerías situadas cerca de una gran masa de agua, como un lago, un río o el océano, pueden utilizar esta fuente de agua para compensar la pérdida de agua de la caldera. Los operarios de la planta deben diferenciar entre la contaminación procedente de la fuente de agua y cualquier contaminación introducida por los intercambiadores de calor. Un analizador de carbono orgánico total (COT) puede indicar la concentración de sustancias orgánicas naturales procedentes del lago, pero se requiere un segundo método de medición para los hidrocarburos del petróleo.