A pesar de que el agua cubre el 70% del planeta, apenas un 3% de esa agua es dulce. La mayor parte del agua dulce del planeta no es de fácil acceso. Los sistemas hídricos que perpetúan los ecosistemas están sometidos a la presión de la creciente población humana, la desaparición de los humedales, el consumo agrícola y las sequías relacionadas con el cambio climático. En la actualidad, 14 de las 20 mayores ciudades del mundo sufren escasez de agua. Según la Organización Mundial de la Naturaleza, dos tercios de la población mundial sufrirán escasez de agua en 2025.

Ante este empeoramiento de las condiciones, las operaciones de desalinización de agua de mar desempeñarán un papel cada vez más importante en el suministro de agua dulce para el consumo y la agricultura. Los obstáculos para aumentar la producción de agua dulce en las plantas desalinizadoras han sido, entre otros, la costosa demanda de energía, pero la energía solar y las instalaciones localizadas a pequeña escala han comenzado a satisfacer estas demandas. Se necesitarán más avances tecnológicos para aumentar la producción.

Floraciones de algas en el agua de mar representan otro gran obstáculo para la actual tecnología de desalinización. Las toxinas derivadas del fitoplancton y la excesiva biomasa de plancton afectan negativamente a la calidad del agua de entrada a las instalaciones de desalinización y al permeado producido por el proceso de ósmosis inversa. La detección de floraciones de algas representa una necesidad permanente para la producción de agua dulce.

Turner Designs Hydrocarbon Instruments se ha asociado con Benchmark International para producir el nuevo monitor de clorofila en el agua CF-200. Clorofila-a son los pigmentos fotosintéticos de las plantas verdes y las algas planctónicas. Su concentración se utiliza ampliamente para estimar la biomasa planctónica y, por tanto, la productividad primaria. El CF-200 avisa a los operadores de la planta de la aparición de algas para ayudar a evitar una caída de presión excesiva o la contaminación del permeado.

El exceso de fitoplancton puede producirse en el agua de mar costera y en los estuarios por varias razones, pero las floraciones de algas plantean graves problemas para el funcionamiento de las plantas desalinizadoras cercanas debido a la elevada biomasa de microalgas y a la variedad de sustancias que algunas de ellas producen, lo que da lugar a elevadas cargas de sólidos en suspensión y sustancias orgánicas. El aumento repentino de la concentración de clorofila-a en el agua de mar bruta puede provocar un consumo de productos químicos significativamente mayor, un aumento de las tasas de ensuciamiento de las membranas y, en casos extremos, la interrupción de las plantas desalinizadoras.

El monitor de clorofila en el agua CF-200 ofrece una detección temprana de los aumentos de clorofila-a, de modo que se pueden realizar ajustes operativos para garantizar que la capacidad de producción no se vea afectada. La tecnología basada en la fluorescencia del CF-200 no utiliza productos químicos, reactivos ni piezas móviles, y no es susceptible de sufrir burbujas, limo u otros residuos en el agua. La sonda basada en LED tiene una vida útil de más de 5 años, sin necesidad de calibraciones frecuentes en fábrica ni de mantenimiento.

Para obtener información técnica sobre la aplicación del nuevo monitor de clorofila en el agua CF-200 a sus esfuerzos de desalinización, descargue el folleto del producto.

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